top of page
banner-web-jiump-plus.jpg

ARTÍCULOS

NEHEMÍAS: UN ESPÍRITU ENCENDIDO

Actualizado: 1 jul 2024

A través de estos próximos artículos sobre la historia de Nehemías, buscaremos fomentar entre los jóvenes un ferviente deseo de ser útiles e influyentes en su generación. Alzando como referente y modelo, la forma en que Dios utilizó a Nehemías, su servicio en el Reino de Dios, el amor por su pueblo, su valentía ante los enemigos, su coraje ante la injusticia y desigualdad, su lealtad a la ley de Dios y su implacable búsqueda de la santidad.

Esperamos que todos seamos altamente motivados y desafiados, que se despierte en nosotros un espíritu de entrega, de compromiso y perseverancia por vivir vidas apartadas, santas y rendidas a la voluntad de Dios.


¿Qué pasaría si lo más preciado para ti estuviera en ruinas y no lo supieras?


Cómo reaccionarías si un día te dieras cuenta de que viviste por mucho tiempo pensando que todo iba bien, y de pronto recibirás la cruda noticia, de que la situación es más grave de lo que pensabas. Antes de contestar al planteamiento anterior, te ofrezco que demos una mirada a parte de una historia que nos puede influenciar para bien. Una historia que puede ser tu guía y referencia para tomar decisiones y actitudes correctas.

La historia de un espíritu encendido.


¿Como llego un hombre judío a ser una de las personas de más confianza de un Rey Persa?,

La historia de Nehemías empieza aproximadamente trece años después del regreso de los judíos a la tierra de Israel que fue dirigido por Esdras (458 a.C.). Hacía casi 92 años que habían vuelto a Jerusalén del exilio. La reconstrucción del templo se había iniciado y el pueblo había experimentado un avivamiento espiritual bajo la dirección de Esdras, pero los muros de la ciudad estaban destruidos y la obra del templo no fue finalizada (Esdras 4:24). Par lo tanto, la ciudad estaba a media terminar y sin protección, estaban indefensos, así que, la mayoría del pueblo vivía en las afueras de la ciudad en busca de refugio para sus casas y familias.


Nehemías, era copero real de Artajerjes en ese tiempo. Este oficio siempre se asignaba a una persona de mucha confianza porque era quien probaba el vino que el rey iba a tomar para asegurarse de que no estuviera envenenado. Debido a que compartían el mismo riesgo, existía entre ambos cierta unidad y dependencia mutuas. La profesión de Nehemías tenía en sí misma una gran presión, porque su vida también corría peligro. Su vida era un riesgo, así que tenía que ser sabio, diligente y con discernimiento para mitigar cualquier intento de atentado contra la vida del Rey (y la suya).


El pertenece a una generación nueva, generación que comenzó a acomodarse dentro de los parámetros de quienes los conquistaron. Son los que estudiaron en el extranjero, los que acceden a puestos de importancia dentro del escalafón social, son profesionales con ingresos mejor que el de sus padres.


Algunos de esta generación (Nehemías es uno de ellos), guardaron sus raíces en cuanto al cuIto, la adoración a Dios y sus costumbres sociales y morales, pero otros muchos, junto con adquirir conocimiento y posición, en este nuevo orden social, también diluyeron sus raíces, haciéndose simpatizantes de las costumbres morales y sociales y dejando a su Dios y sus leyes en el olvido.


Mientras tanto en Jerusalén…


En Jerusalén, la situación también era un tanto difícil y apremiante, esto por varios motivos, se conoce por referencia del libro de Esdras (4:6-23) que la reconstrucción había comenzado hace al menos 90 años antes, pero las labores habían cesado, quedando a medias las tareas de los muros, las puertas y todo el aparato civil, social y moral de lo que era la antigua Jerusalén.


La pausa en las obras nos muestra un alejamiento de la gran labor de reconstrucción, el templo estaba casi listo y junto con ello todo lo relacionado al orden cúltico y de adoración.


Los muros, no ofrecían seguridad alguna, así mismo, sin muros tampoco había cómo restaurar las puertas, por otra parte, la ciudad mantenía un remanente viviendo en lo que se llamaba la ciudad antigua, hombres ancianos, temerosos de Dios, pero sin fuerzas, cansados por exilio y con el vivo anhelo de revivir los días de gloria de la ciudad. Estos son los que se mantenían sin temores de los enemigos, pero sabiendo que el final era inminente.


Finalmente, los jóvenes que tenían las energías, los que no tenían el problema de las marcas de las antiguas batallas, no estaban en Jerusalén. Los príncipes y descendientes estaban repartidos, algunos sometidos a sus nuevas vidas, esperanzas y posibilidades de crecimiento que les ofrecía Persia. Otros con planes de nunca volver, otros solo mencionando su procedencia judía, pero sin ánimo o interés de conocer sus tierras. Estos son los que desconectaron su origen de sus futuros.


Mientras tanto en MI ciudad


¿Cómo está nuestra ciudad?, ¿Qué tal nuestros muros, hay puertas?, ¿Dónde vivimos, dentro o fuera?, ¿Cómo está nuestra estructura moral, social y religiosa? ¿Está mezclada o se mantiene sin ser profanada?


El imperio persa de nuestros tiempos nos trae oportunidades, acceso a la educación, posibilidades de viajes al extranjero, más oportunidades de entretención, acceso a salas 3D, una mirada fresca del mundo moderno y sus paradigmas, una actualización a las estructuras, ya no más jerarquía, ¡bienvenida la igualdad!


Nos dice, NO a los compromisos de por vida, y SI a la libertad de pensamiento.


Sutil pero eficaz, una neblina que poco a poco se hace más espesa y que cuando nos hemos dado cuenta, ya no nos permite ver dónde estamos y cuál es el camino de vuelta, así que la única solución es seguir las líneas del camino e ir donde este nos quiera llevar.


Una reacción ejemplar


"Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayune y ore delante del Dios de los cielos”

(Nehemías 1:4)


y luego leemos:


"y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré"

(Nehemías 2:5)


La situación sobre lo que estaba pasando en Jerusalén que oyó Nehemías no son distintas a las que estamos viendo hoy en nuestra sociedad, pero la pregunta que quiero compartir contigo es:


¿Cuál es nuestra reacción?


Podemos ignorar esto y continuar con nuestras vidas. También podemos rechazar todo esto, argumentando que es mucho y que no tenemos fuerzas, que ya lo hemos intentado o que simplemente no queremos, no tenemos ganas o no estamos interesados.


Pero también podemos encender nuestro espíritu, afligirnos por todo lo que pudimos haber hecho y por lo que aún podemos hacer, reconocer que existe una lucha. Que, si nuestro templo está construido, ahí no termina la tarea mi hermano, no. La tarea termina cuando los muros están arriba, cuando las puertas están puestas y funcionando como corresponde.


Podemos reaccionar de múltiples formas, pero no podemos ocultar ni opacar esta verdad: Cristo nos ha llamado para conformar el ejército de lo que puede ser la última milla de batalla.


Dios no quiere que desperdicies tu vida, trabajando solo para los intereses del mundo, él anhela que nuestro único interés sea glorificarlo en todas las áreas de nuestras vidas, eliminando sin miramiento, lo que no le glorifique.


Estos no son temerosos, son más bien temerarios, son las disidentes de este mundo, pero amados en el cielo, son las que no se alimentan de aplausos, sino, las que arrebatan el Reino de Dios, los que no se callan ante Goliat, los que temen a la zarza, los que son capaces de movilizar a toda una nación para devolverle la Gloria a Dios.


Este tipo de personas tienen el mismo espíritu que NEHEMÍAS EL CONSTRUCTOR.

Comments


jiump oficial

Enlaces de Interés

©JIUMP 2024 Todos los derechos reservados.

Síguenos

  • Blanca Facebook Icono
  • X  Icono blanco
  • Blanco Icono de Instagram
  • Blanco Icono de YouTube
  • Tik Tok
bottom of page