Nacidos de nuevo
- Por Jiump Comunicaciones "Cimientos"
- 22 jul 2024
- 3 Min. de lectura
¿Qué es lo que sucede cuando nacemos de nuevo?
Esto se puede ver claramente en el evangelio de Juan. Veamos, pues, el siguiente versículo:
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. - Juan 3:3-5
De la conversación de Jesús con Nicodemo podemos desprender algunas verdades:
El tema del nuevo nacimiento es el corazón del evangelio.
Si no hay un nuevo nacimiento no habrá vidas transformadas.
Si no hay nuevo nacimiento habrá una continua vida dominada por la esclavitud del pecado.
Si no hay un nuevo nacimiento, del corazón del hombre seguirá saliendo todo aquello que lo contamina y lo destruye (Mt. 5:19)
Si no hay un nuevo nacimiento todo lo que podamos llegar a ser en la vida, hablamos de aquellos aportes que producen los estudios, lo que produce la investigación o lo que produce nuestro trabajo, quedará como registro para la historia pero no contará para la vida eterna.
Jesús mencionó dos veces en el pasaje la frase “el que no naciere de nuevo”, primero para decir, que los tales no pueden ver el reino de Dios, y la segunda vez, para decir que no puede entrar al reino de Dios. “Ver” y “entrar” en el reino de Dios son las premisas que debe aprender a vivir cada creyente es su experiencia con Dios.
Si comparamos el reino de Dios con un país, podemos decir que existen algunos habitantes que son ciudadanos de ese país. Los que lo visitan son los turistas. Estos últimos solo disfrutan lo que ven, pero los verdaderos ciudadanos disfrutan todas las bondades de su patria.
Muchos supuestos creyentes viven una vida de “turistas cristianos”; solo van a la iglesia a “ver” el reino de Dios. La invitación que hace Jesús es a entrar al reino de Dios. Para entrar, debemos nacer del agua y del espíritu. El agua es una figura que representa el arrepentimiento del ser humano, y el Espíritu, representa la obra interna y misteriosa que hace el Espíritu dentro del corazón del hombre.
El nuevo nacimiento implica un cambio de vida. Ya no volvemos a pecar, sino que buscamos agradar al que nos salvó. A Jesucristo nuestro Salvador. Juan dice: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios” (1° Juan 3:9) y “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca” (1° Juan 5:18).
En otras palabras, lo que Juan quiere compartir con nosotros es que “el que ha nacido de nuevo” debe mostrarlo en su conducta, o sea, debe tener una vida nueva. Quien ha nacido de nuevo será movido por el Espíritu de Dios a mantener una intimidad con él, impulsándole cada día a una vida de nuevos apetitos, nuevas acciones y nueva relación con su creador.
Comments