NEHEMÍAS: CONVICCIÓN Y ACCIÓN
- Por Jiump Comunicaciones "Cimientos"
- 1 jul 2024
- 7 Min. de lectura
En todas las generaciones, especialmente en los tiempos nuestros, gracias a la tecnología que permite maravillas, el cine ha creado personajes que han atrapado nuestro interés.
Estos son los superhéroes que, dotados de poderes sobrenaturales, y habilidades sorprendentes son capaces de realizar hazañas que ningún hombre podría repetir en la vida real.
Creo pensar que cada uno de nosotros tuvo en su niñez alguno preferido, y en nuestros juegos de niños nos olvidamos de la realidad y nos sentíamos alguno de ellos.
El gran problema con esto es que, llegada la adolescencia nos vamos dando cuenta que son solo ficción y que todas esas cosas son solo un juego de niños. Nos volvemos escépticos y de a poco todo lo que pensamos que podría ser fantástico se va desvaneciendo. Desde Superman hasta el viejo pascuero, todos pasan al baúl de los juguetes y asumimos que todo lo que es humanamente imposible es porte de una fábula.
El asunto es que cuando llegamos a la biblia empezamos a repetir la misma mecánica y ponemos en nuestro librero, junto a Superman y el hombre araña, a la biblia y sus personajes.
Transformamos a Jesus, Moises, David, y las demás, en un comic y seguirá el camino de todos los demás. El olvido, el escepticismo y para muchos Dios y la biblia pasarán a ser solo cuentos de Niños o un mito.
Quizás sea esa la estrategia del enemigo, quien manipula este mundo, al potenciar las empresas cinematográficas. Relegar lo difícil y sobrenatural al plano de la ficción y así conseguir matar la fe.
Lucas 18:8 ...Pero cuando venga el Hija del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
Será por eso que muchos prefieren no contarles a sus hijos sobre personajes de ficción como si fueran verdaderos, sabiendo que mañana vivirán la decepción no solo que su personaje era mentira sino además que, los adultos mienten.
ABRACEMOS LA FE
Pero la biblia no es un libro de ficción, sus personajes no son los cómics de la antigüedad, sino más bien son personajes reales que experimentaron el poder de Dios, lo sobrenatural a favor de las que aman a Dios.
Los personajes de la Biblia hicieron grandes proezas siendo personas con la misma naturaleza que la nuestra. Hebreos 11 nos cuenta algunas de estas hazañas.
“Hebreos 11:30-37: Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días. Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertes mediante resurrección; más otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;”
Casi todos los versos de este capítulo comienzan "por la fe" y nos muestran los maravillosos resultados de esta. Gracias a la fe han ocurrido cosas gloriosas. Pero esta verdad hoy día se vuelve tan grande como terrible, cuando pensamos cuántas cosas han dejado de ocurrir por la falta de fe. El diablo ha comenzado una campaña sin cuartel contra nuestros niños y luego continúa con las jóvenes robándole sus convicciones en las aulas de las universidades, para creer y lo peor es que son muchos los que han caído en el engaño.
Si no hay convicciones firmes no habría hazañas, si nadie le cree a Dios no habrá milagros, si alguien no se arroja al vacío con un corazón inundado de convicción este mundo no verá más verdaderos héroes, reales como los que nos muestra la biblia. Si el diablo consigue su objetivo de mantener a cada joven en la incredulidad y en la indiferencia, lamentablemente el capítulo 11 de hebreos dejará de escribirse.
Así que cuando nos propusimos a aprender en estos artículos sobre Nehemías, no es para que sigamos viviendo en una burbuja que luego se romperá cuando se enfrenten con la realidad. Si no más bien, para que entiendan que Dios puede y desea usar a hombres y mujeres tan corrientes que estén dispuestos a creerle.
Nuestro anhelo es que imitadores de Nehemías se levanten el día de hoy con el ánimo de lograr proezas para la causa de Cristo.
NEHEMÍAS UN HOMBRE CONVICCIONES FIRMES
Llama mucho la atención que en este libro de Nehemías no se cuente absolutamente ninguna experiencia mística o sobrenatural por la cual Nehemías haya abrazado el deseo de hacer algo por la causa de Dios y su nación. No existe ni una sola vez donde se nos cuente que Nehemías tuvo un sueño revelador o que vio una visión o siquiera escuchó la voz de Dios como muchos lo hicieron en la Biblia.
La razón es evidente, Dios no tuvo que llamar la atención de Nehemías pues el corazón de este hombre estaba plenamente temeroso de Dios. Él no estaba entretenido con el mundo ni disfrutando la gran vida que le permitía tener un cargo importante en el imperio.
Él no estaba enredado en las cosas de este mundo. Él estaba atento y vigilante.
Muchos de nosotros están esperando un llamado, una visión, una experiencia sobrenatural para moverse. Pero Nehemías es el gran ejemplo de que si hay algo poderoso en la vida de un hombre es un corazón lleno de convicciones.
Note como Nehemías, a diferencia de la mayoría del pueblo de Israel que vivía en la ignorancia de Dios y que más tarde lloraron al escuchar la lectura de la palabra pues no conocían al Dios que debían servir, Nehemías es compungido en lo más profundo. Tenía claro discernimiento de lo bueno y lo malo.
Conocía las escrituras y queda en evidencia pues cuando se humilla, ora y recuerda el pacto de Dios con su pueblo y el trato de Dios con Moises.
Además, comprende la voluntad de Dios pues las mismas convicciones que le llevaron a entender el mal en el cual se encontraba el pueblo de Dios lo movieron a idear un plan.
Nehemías sabía que Dios no había salvado a Israel para luego vivir en semejante miseria.
Él conocía la voluntad perfecta de Dios, él sabía el plan de Dios manifestado en la palabra y según esa convicción decido colaborar con el plan de Dios.
Cuántos años se han perdido, cuántas obras no se han hecho, cuántas oportunidades se han esfumado y cuantas victorias quedaron sin concretarse porque nosotros hemos estado esperando una señal, alga sobrenatural, que nos de valor y dirección.
Más bien debiéramos llenar nuestro corazón de convicción en la palabra y entender que a Dios le agrada que le conozcamos y le creamos.
Isaías 66:1-2: Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
Si hay lugar agradable para Dios, no son los templos adornados y bien construidos, sino, con los humildes y los que tiemblan frente a su palabra.
Los judíos vivían esperando Señales, ser tocados, ver algo especial.
Mateo 12:38 “Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.”
Mateo 12:39 “El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.”
Jesús muchas veces tiene que ayudar la débil fe de estos hombres metiendo sus dedos en los oídos, escupiendo en los ojos de los ciegos, acudiendo al lecho de enfermedad o muerte de los que le requerían.
Marcos 9:23 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”
Marcos 9:24 “E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Crea; ayuda mi incredulidad.”
Pero note usted la disposición y la alegría en el corazón de Jesus cuando se encuentra con uno que tenía una fuerte convicción sobre la palabra de Jesus y su poder.
El centurión romano, ajeno a la nación y hasta ese entonces apartado de los pactos y de las promesas para la nación recibió una respuesta potente de parte de Jesús solo por sus convicción firme y profunda.
Mateo 8:5-10 “Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesus le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; ya mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a las que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.”
Si el centurión romano que es un gentil alcanzó tal gracia de Dios solo por tener una profunda convicción en la palabra de Jesus, cuánto más nosotros.
Efesios 2:11-14 “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, las gentiles en cuanto a la carne, erais llamados circuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesus, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación.”
La firme convicción es la fuente de todas las otras virtudes observadas en Nehemías.
Las firmes convicciones en Nehemías inundaban sus corazones deseos de hacer algo y lo hizo. Por eso Nehemías no solo es ejemplo por sus firmes y profundas convicciones sino también por su accionar lleno de determinación y perseverancia.
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